martes, 26 de mayo de 2009

FABULILLA CHARRA (Fuera de tiesto)


Don Nauta Electrónico se quejaba amargamente de que entre sus múltiples afanes estaba la compra diaria para su sustento vital. De manera que todos los días debía hacer un largo y fatigoso camino para visitar al lechero hasta su granja; al carnicero junto al aprisco; al bodeguero, en el barrio húmedo junto a la fuente (malo…); al huevero, en la plaza de Colón; al pescadero, junto a la charca de las afueras; a la verdulera, en la calle de las huertas…
Un fausto día, apesadumbrado, paseaba cansino por la ribera del Tormes, cuando su fiel perro “Mouse” olisqueando inquieto entre la salguera, apareció ufano ofreciendo a su amo una lámpara herrumbrosa entre sus fauces. Nuestro buen Nauta se agachó, tomo la lámpara entre sus manos al tiempo que el chucho la lamía frenético.
-¿Quién osa perturbar mi reposo? –salió una voz cavernosa del vientre de la lámpara.
-Ha, ha… sido mi perro –repuso temeroso Nauta.
-No mientas, malandrín –reprochó la voz- has sido tú. ¿Quién eres?
-Yo, yo… soy Nauta, Nauta Electrónico, para servirle. Pe… pero mejor hubieran elegido mis progenitores el nombre de Sísifo Condenado; porque… porque estoy hasta los… las gónadas de hacer la compra diaria que me agota, a veces hasta en vano, porque regreso con las manos vacías por falta de existencias. Pero, ¿con quién tengo el honor?
-Hoy es tu día de suerte, pendejo, porque me has despertado y has evitado que yo, el genio RSS, falte a la partida que tengo concertada con mis camaradas XML, RDF, PHP y JS. ¡Ojo, no te confundas! He dicho JS, no JR. Te lo digo por tu bien, que gasta un genio mi amigo el genio… En agradecimiento, y si me limpias la lámpara y me la colocas en la alacena de tu cabaña, se acabará tu condena –así habló.
Y dicho y hecho. Y desde aquel preciso día cambió la vida del condenado como si le hubiera tocado el euromillón. Al asomarse a su puerta y chasquear los dedos, aparecían ante su morada por arte de birlibirloque para ofrecerle su productos la verdulera con borraja recién cortada en la vega del Ebro, el bodeguero con riberas, riojas y somontanos (algunos días también albariño), el charcutero con butifarra de Vich (y huesos del Santo para Mouse), el carnicero con lechazo de raza churra (no charra), la frutera con cerezas del Jerte, el pescadero con navajas y almejas de Arosa (junto al Areoso), el huevero con los huevos de Colón…
Y colorín colorado…Nauta Electrónico vivió feliz el resto de sus días sin probar la perdiz (porque no se suscribió al pollero).

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